Ahí viene
como un terrorismo de principiante
sin saber que una bomba que no explota hace mas daño
cuando todos los botones que se abren,
y los cierres que se bajan, son posibles detonantes.
Ahí viene,
con un beso de atentado suicida,
esperando la breve calma despues del impacto,
cierra los ojos y sonrie que el minutero no llegue a cero.
Ahí viene,
con amenazas de mandar al paredón a la medianoche,
de hacer un conteo de pronombres huerfanos por nosotros,
de borrar las marcas de los cuellos con decisiones cuerdas que no atan.
Y se va
abriendo fuego (siempre discreta)
con excelente punteria,
sin nadie que limpie los escombros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario