Facundo Martínez

Facundo Martínez

lunes, 28 de septiembre de 2015

Hay veces para otros días.

Algunas veces,
cuando pierdo el fuego entre los bolsillos,
y sueño con encontrar a la nostalgia,
sin treguas ni banderas blancas,
sin nada mas que una felicidad envuelta entre las manos,
vuelvo a pensar que todo caduca,
que hay revoluciones que se contradicen
y qué en la tristeza también hay militancia.

Y vuelvo a insultar en un grito
a la inmunidad de lo vivido,
a los recuerdos prepotentes
a todo lo que llega y rompe las costuras
quitando de un golpe a los tachones de la biografía.

Algunas veces,
como un martes por la noche,
vuelvo a pensar en demasía,
que algunos besos llevan mas ropa de la necesaria,
que algunos amores no caben en cinco dedos
y que existen otros días para tropezar con tu ausencia.



sábado, 26 de septiembre de 2015

Regreso a la rutina.

                                       "La verdad, es que te encuentro en casi todo. 
                                                                         quizá, por eso, vuelvo"  
                                                                             - Ismael Serrano-


Vuelvo a las irregularidades
a las cortinas rotas
y las tazas sucias.
A saberme equivocado,
al plagio de tus manos con otra forma,
a esconder la historia en un bolsillo.
Vuelvo a ser un naufrago extrañando el mar,
a tener los pies sobre la tierra,
a columpiarme en las hamacas a las que les cortamos las cadenas.
La cama se tiende,
y el suelo en el que pisamos se (ex)tiende,
no queda la complicidad de los semaforos,
te vas, sin luces rojas donde quererte.
Y los frenos no saben de mí,
nadie protesta por nosotros,
ni siquiera interrumpen las tardes,
no decretan la prolongación del invierno donde te atreviste a desvestirme,
no hay justicia para dos personas a destiempo.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

PRESENTACIÓN 3 y 5 de Octubre: Casa Dasein y Legislatura Porteña.

Bueno gente, les comento que voy a estar participando de La Juntada APOA Asociación de Poetas Argentinos (APOA) - Festival de Poesía Joven. (Gente de Argentina, otros paises, etc, etc). 38 Poetas, incluido Faquito.
Les resumo y digo lo mas importante, así no leen taaanta chachara.
- sabado 3 de Octubre, 20 hs, voy a estar recitando en Casa Dasein (Av. Est. Israel 4116/ CABA)
- Lunes 5 de Octubre, 18 hs, voy a estar recitando en la Legislatura Porteña (Peru 130 / CABA)
Luego les aviso si hay otras fechas!
Acá mi perfil en la pagina oficial del evento!

https://apoalajuntadapoesia.wordpress.com/juntados-2015/martinez-facundo/

Y AHORA: LA INFO DEL EVENTO CON LUJOS DE DETALLES!

¡¡¡7MA EDICIÓN DE LA JUNTADA!!!
Festival de poesía organizado por la Asociación de Poetas Argentinos (APOA) que ya lleva 7 años realizándose.
Este año, como cada primera semana de octubre, celebramos la poesía reuniendo poetas de todo el país y países vecinos.

DÍA 1 • sábado 3 de octubre •
20hs | APERTURA
espacio cultural casa dasein Av. Estado de Israel 4116, CABA
Poesía en la voz de los poetas del festival.
Feria de editoriales de poesía.
Música: Kevin Joyce, Vika Mora, Vladimir, Madison y los imaginarios
Perfo+teatro: Dr. Clock!

LINK AL EVENTO: https://www.facebook.com/events/973005969388712/

DÍA 3 • lunes 5 de octubre •
17 a 21 hs | MESAS DE LECTURA
Sala de Exposiciones de la Legislatura Porteña, Perú 160, CABA

21:30 hs | SUELTA DE MOSCAS
Gorlami Bar, Balcarce 971, san Telmo, CABA
Presentación de libros: "Una cartografía de la insolación", de Ana Claudia Diaz, "¡Oh Mitocondría!" de Rita Gonzalez Hesaynes (añosluz, 2015) y "La perspectiva de los peces" de Flor Lopez (diezmilcosas, 2015).
Lecturas de ex juntadxs.
Música: Lu Silva y Ernesto Alaimo
Perfo: Casper Uncal, "El otro Borges".

LINK AL EVENTO: https://www.facebook.com/events/683578975111168/

DÍA 4 • martes 6 de octubre •
17 a 21 hs | MESAS DE LECTURA
Sala de Exposiciones de la Legislatura Porteña, Perú 160, CABA

DÍA 5 • miércoles 7 de octubre •
17 a 21 hs | MESAS DE LECTURA
Sala de Exposiciones de la Legislatura Porteña, Perú 160, CABA


EVENTO: https://www.facebook.com/events/431889180338840/

lunes, 21 de septiembre de 2015

Nuevo viejo Hominido.

Así como así
hay mas historia.
Homo Naledi
*estrella en Sesotho.
Y una nueva forma para mí de pensarte.
Naledi, sube, sube
y aterriza en mi cabeza.

Naledi
*tu nombre en mi idioma.

sábado, 19 de septiembre de 2015

Comodidad retórica.

Cualquier frase siguiente
al silencio,
a mi nariz en tu pelo,
a tu humedad vespertina.
Cualquier frase que se diga,
sea cual sea,
significa "Te quiero"
si el pensamiento no sale de la habitación.

jueves, 17 de septiembre de 2015

¡Noticias! Proximas presentaciones:

Bueno gente, tengo la alegría de poder traer novedades otra vez!
Les comento que del sabado 3 de Octubre al 9, se realiza APOA La Juntada - Festival de Poesía Joven, la VII edición del Festival de Poesía Joven que organiza la Asociación de Poetas Argentinos (APOA) y que viene reuniendo a poetas sub 35 de toda la Argentina desde hace 6 años
38 nuevos poetas, entre los cuales estoy yo, en una marathón de lectura inolvidable.
Poetas de todas las provincias e, inclusive, de Uruguay, Perú y Colombia se suman este año a la grilla.
El sabado 3 de Octubre se realiza la apertura en Casa Dasein, y desde el lunes 5, mesas de lectura en la legislatura porteña.

En este link pueden ver y leer a los 38 poetas (si quieren chusmear lo mio, no me enojo). Cuyo contenido luego va a formar parte de una antología.
https://apoalajuntadapoesia.wordpress.com/juntados-2015/
En fin, era esa noticia. Sigan con sus vidas y gracias por leer(me)!

Voy a estar recitando el sabado 3 de octubre a partir de las 20:00 hs en la Casa Dasein (Av. Estado de Israel 4116 // CABA).


LOS ESPERO!

Micropoema

Gracias a Romilustraciones por el regalo! https://www.facebook.com/Romilustraciones-514473768630155/
- La diferencia entre Parir y Partir, radica en cómo uno atraviesa la puerta -

El mundo se derrumba...


Habría que ser algo mas valientes
y romperse la vida a ciegas.
Consumir las cosas sin importar la fecha de vencimiento
y que la originalidad sea mas que un baño al fondo a la izquierda.
Que la teoría del caos se tome un descanso
y que cada aleteo traiga un escalofrió sobre mi espalda.
Tener el coraje de enterrar los paraguas
y guardar el sucedáneo entre dos hojas de horóscopo que no digan nada.
Desteñir los semáforos y las sabanas,
extinguir todos los esmaltes, llenar de tierras nuestras uñas,
mirarnos a la cara mientras el mundo nos desnuda.

Terramorismo.

Ahí viene
como un terrorismo de principiante
sin saber que una bomba que no explota hace mas daño
cuando todos los botones que se abren,
y los cierres que se bajan, son posibles detonantes.
Ahí viene,
con un beso de atentado suicida,
esperando la breve calma despues del impacto,
cierra los ojos y sonrie que el minutero no llegue a cero.
Ahí viene,
con amenazas de mandar al paredón a la medianoche,
de hacer un conteo de pronombres huerfanos por nosotros,
de borrar las marcas de los cuellos con decisiones cuerdas que no atan.
Y se va
abriendo fuego (siempre discreta)
con excelente punteria,
sin nadie que limpie los escombros.

Sinestesia

Hay que tomar en cuenta
que no confio demasiado en mis sentidos.
A menudo me despierto revisando que las ventanas no esten cerradas,
y soy tan testarudo que llevo meses chocando mi cabeza contra tu portazo.
Como dije, no confio en mis sentidos,
si siento nostalgia, imagino que es parecido a la soledad.
Si siento frio, echo la culpa a que siempre supiste desvestirme,
pero tirabas de mi camisa con enojo,
igual que la infancia contra los caprichos no cumplidos,
parecido a un demonio arrancando tus sabanas.
Envuelvo mi cuerpo con una cinta de emergencia
con la palabra "fragil" por todos lados,
y se nota el cansancio en este abismo que es mi cara.
Disfrutaba esconder los cinturones
para que no tuvieras como sujetar tu ropa,
para que la seguridad no sea esa garantia cruzando tu pecho,
mientras yo manejaba en un atropello hacía la noche
y te hacias preguntas mirando por los retrovisores.

Las cosas que me dicen.


Me dijeron que recito rapido,
que hago pausas largas,
que debo usar microfono,
que me quede de pie, que el dolor poetico se resquebraja.
Me dijeron que a las mujeres no se las golpea si no son tuyas,
que tener celos no está mal.
Que les ceda el asiento,
que me quede de pie, que el dolor de hombre se aguanta.
Me dijeron que no hable,
que la voz es para los damnificados,
que saben los viejos y no se les cuestiona nada,
que le recuerde que soy su nieto,
que lleve su cajon y muestre respeto,
que me quede de pie, que el dolor tambien se muere.
Me dijeron que ponga la espalda derecha,
que salude a la mejilla izquierda,
que ante algunas cosas agache la cabeza,
que luego pase por arriba de otras y todo se acomoda.
Que torcer el codo es de borracho,
que torcer la muñeca es de marica
que no dé a torcer mis principios,
porque todo se desmorona y ya saben como es esto,
me tengo que quedar de pie.
Me dijeron que tengo pies planos,
bronquios debiles,
demasiados lunares y poca estatura,
pero me dijeron que apunte alto,
que tome mas sol,
que respire hondo en ciertas situaciones y,
por supuesto, que me quede de pie, no importa si algo descolocado.
Me dijeron que piense antes de actuar,
que trate de ser normal porque las cosas por algo son así,
que estoy loco, mientras se reian,
que estoy loco, mientras lloraban.
Que no delire con garabatos, ni me tambalee sobre la soga.
Que me quede de pie, que eso hace la gente cuerda.


Me dijeron tantas cosas, que decidí olvidar todo,
Recito rápido, porque corro contra lo que dijeron,
Hago pausas largas, porque cuesta arrancarse la piel de los huesos.
Lo hago sin micrófono, porque quiero que al menos este grito de socorro tenga el volumen honesto.
Y, disculpen si ofendo a alguien, pero estoy cansado y voy a tomar asiento.

Todavía lo trabajo

Es cierto que a menudo me siento descolocado,
cuando las camas son sillones,
los libros pisapapeles
y los relojes ocupan un cargo en la conciencia.
Como si la gravedad afectara de costado,
las lamparas de pie se tropiezan,
hay rejas en las ventanas como códigos de barra
que se descifran con un lector que de literatura no sabe nada.
Las cosas fueron perdiendo sus propiedades,
el cabello y el viento pueden acondicionarse,
la batería y el sexo se descargan,
se hace back-up de las memorias
pero de recordar la infancia nadie sabe nada.
Hay mentiras como trajes de dos cuerpos donde solo cabe uno,
comida por teléfono, conversaciones por correo,
gracias por nada, darlo por hecho,
corazones que no salen de su pecho.

Reflexion de algodón y polyester.

¿En que preciso instante voy a dormirme?
Quizas cuando se agoten las esquinas frias de mi almohada,
cuando esa nube escape de lo permisivo de mi ventana,
o en el momento en que la heladera logre dejar de roncar.
Imagino entonces que soy Dios, y el mundo se viene abajo
mientras intento comprender el movimiento de las ramas,
el turno que sacan las hojas para caerse, y si un cajon de madera se siente en casa si lo ponen bajo tierra.
¿En que punto muere el agua y que tuvo que suceder para que nazca la muerte?

- - -

Tu cuerpo está sobre el mio
domesticando los sintomas de no estar seguro.
Porque tus muslos juntos no pesan tanto como mis dudas,
ni todas tus miradas, una sobre la otra, pueden hacer que te vea como a ella.

La casa está rara

La casa está rara,
como si faltara un libro en la biblioteca y no puedo recordar cual.
No me gusta que las cosas lleguen a cero
y así tengo dos tazas a medio tomar en la mesada,
un microondas que no dejo llegar al minuto entero
y un par de otoños pendientes enredados en la ventana.
Quise vivir con solo una lámpara,
acostarme siempre a tiempo
y no tapar con cortinas las ventanas,
ya sé, la casa está rara y no importa la luz,
se nota que algo hace falta.
Estuve vaciando todos los recovecos,
no hay nada y ya no puedo imaginarme.
Ni siquiera en los frascos llenos de aire,
ni en las botellas que secuestran corchos sin pedir socorro.
Todavía que el cielo destiñe toda la ropa y no, el placard tampoco esconde nada.
Ni la despensa, ni el botiquín del baño con sus primeros auxilios.
Todo se siente tarde, lento, como volviendo pero estancado.
Si al menos supiera lo que hace falta,
diría que tengo hambre de falta,
pero me falta hambre y siento el sabor de aquello que no basta.
Necesito algo que coordine a tiempo los relojes con la alarma,
que me obligue a tender la cama, poner una percha al alma,
abrigar al invierno y secar las tormentas con una toalla.
Algo que arranque las costillas de mi pecho.

Cementerio de elefantes.


Seguro que algún día suena el teléfono
Y van a decir que soy un irresponsable.
Mi defensa será, formada de a poco,
Que no pude perderme ni sé hablar con las cosas sobre ciertas cosas.
Hasta podríamos decir que soy un desubicado.
Y a todos los libros, con su orgullo cortante,
¿Qué perdón les puedo pedir si nadie los devuelve?
Se van a morir, si acaso mueren, con los paraguas cuando deja de llover
y los abandono en cualquier banco.
Supongo que en algún lugar hay huesos de elefantes protegidos del agua,
Con memoria infinita hablan de Marx y Benedetti.
Aunque a todo esto, ¿dónde caben tantas tumbas?
¿Quién y cómo entierra la paciencia, los lunares, el cariño?
Y la piel, mi piel, a donde voy a llorarla si se desgrana cada día,
Si estas pecas no llegan a cumplir años.
Si hasta el llanto se va a quién
sabe donde
Y yo sentado esperando una llamada.

Totém sin tabú.


Sacamos el miedo y fabricamos sogas.
Atamos su carácter febril, lo envolvimos entre manos,
Arrastramos su idioma de madrugada hasta que solo entienda monosílabos.
Nadie parece comprender que no sigue nuestros pasos,
No camina a nuestro lado. Se aleja de las intermitencias,
Uña por uña se ablanda, da vueltas como si fuera su hogar,
Duerme, (tal vez sueña con no estarnos), duerme y no está entre sus carnes.
 Ante el peligro devora, defiende su castigo, saca debajo de su piel el estruendo del pasado.
Cabello por cabello se relaja, suspira pesado como si no fuera su hogar,
Duerme, sueña con devolvernos el miedo, saltar a la madrugada, traer verdad a sus bozales.
Se despierta, mueve la cola entre las patas y me pregunto si quererlo justifica adiestrar su mordisco más honesto.

Hilachas vespertinas.

Una cama de una plaza tiene espacio suficiente para deshilachar toda la ropa que puedan quitarse dos cuerpos.
Y es que acá, vos decís buenas noches poniendo énfasis
Que de a poco se fue olvidando la B larga de lo Obscuro de tu boca,
Y las ganas de que suene como un cuento hicieron cada vez más muda a la primera letra de cuando te veía hermosa.
Tenemos suerte de tener la cabeza dando vueltas como quien destapa algo,
Tengo la almohada siempre a medias, tengo medias sin parejas,
Tengo sueño y una gotera en guerra con el despertador.
A estas alturas nadie resigna la sabana,
No hay lugar para el conformismo,
Me hace daño que te quedes tanto tiempo suspirando,
(No tengo en qué pensar).
Gritan las paredes, e incómoda este desastre,
Se despiertan las arañas y los resortes se quejan por lo pesado del ambiente.
De una costilla a otra lo inevitable se fermenta,
Echa raíces, florece y también saca espinas.
Dos cuerpos se coronan, clavan la madrugada en la cien
Se largan a trazar la silueta de la lluvia,
Bajan al suelo como al último abismo.
De esquina a esquina, el colchón es deshabitado.
Mientras el piso tiene espacio suficiente para deshilachar todos los cuerpos que pueda contener esta ropa.

Mi cuota de imposible.



Imposible las 14 de la noche,
perder el cielo, despedirse a tiempo.
Llegar al metro ochenta,
tener pies planos en un mundo redondo.
Que no reviente un alma a diario,
y se transforme la ceniza en agua.
Un perfume que no duela,
las ocho horas durmiendo,
salir entero de un entierro
y acordarse por completo de los sueños.
Me resulta imposible no discutir con lo que escribo,
hacer trincheras decentes,
sonreír leyendo el diario,
que a alguien se le ocurra regalarme flores,
no derrumbarme contra un "Te extraño".
Que todo muerto se llore junto a su cuerpo,
los de siempre y los perdidos.
Nada posible que las nubes lleguen a tiempo,
que la lluvia sea precisa y me encierre con una poeta bajo cualquier techo.
Conocer mi espalda, recordar mi primera semana de vida,
estar presente cuando quemen mis huesos.
Caminar sin encontrar paraguas,
inventar un color, olvidar que existen los que olvidan por convenios.
Improbable una ley que prolongue la existencia del invierno,
sentirse cómodo por completo durante un deja vú,
poner en común acuerdo que ángeles y diagonales no tienen sexo,
someter al indignado, sublimar con un orgasmo,
terminar de leer y no sentir, al menos por un momento, que todo es perfecto.

Sobre huesos y otras famelias.

Hoy no quiso moverse,
con suerte me miraba de reojo
y ni siquiera movia la cabeza.
No importaba si la canilla goteaba,
que un gato haga piruetas en el techo,
ni que alguien devolviera a Pluton su titulo de planeta.
Ella se quedó quieta,
respirando fuerte como atajando su enojo,
insistentemente se quedo todavia mas inerte.
Todo tan de repente,
inesperado, incluso mas dificil de entender.
Capaz que hice algo mal,
la ofendí al quedarme despierto hasta tarde.
¿Que será tan preocupante para que se enrosque así?,
un ovillo de cuatro patas en el suelo que hoy no mueve la cola cuando acaricio su cabeza y las orejas.
Se esconde y ladra despacio mientras la abrazo.

Guerra

Antes de esto tuve que aprender a sentir,
saber que odiarte es solo acostarme con alguien cualquier noche,
tratar de que otro cuerpo cargue mis dedos y le quite el seguro a la soledad.
Lo cotidiano se convirtio en una montaña de papeles en blanco sobre la mesa, un reproche constante que llevo a enfrentarme con el cuaderno, la guerra de las cien noches donde solo pude disparar palabras con balas de fogueo.
El odio se convirtio en resignacion y mis sabanas en banderas blancas, ya no queria seguir peleando esta batalla.
Si perdí fue por no saber quedarme quieto, trate de atrincherarme en cualquier espalda que me lo permitiera, explicando que mi pecho fue tallado segun tus lunares. No hay cintura que abra sus puertas luego de oir esto.
Despues de esto, me falta volver a escribir.
Decidirme en la disyuntiva de seguir apuntando con la polvora mojada o tirar la munición a la basura.

Analisis sobre tu nombre.


Tenias razon, tu nombre no es tan común como yo pensaba.
Si tu pelo, tus gustos, tu pasado y hasta veces (intuyo) tus piernas.
A ellas las encuentro en cualquier lado.
En las luces apagadas,
en mis manos que se creen tuyas,
sobre todo cuando preparo cafe,
sobre nada y las pienso bajo tu pecho.
Tu pecho abrigado, tu pecho abierto,
tu pecho que me falta y me invade el despecho.
Para despedirme, voy a confesar algo
siempre soy un poco tuyo cuando agarro otro cuerpo,
siempre sos aun menos mia cuando se trata de poesía.
Y todo esto de agotarte de memoria amenaza con la inmortalidad de lo nuestro,
que ya esta muerto.
Mejor digamos que tu nombre si es un poco comun.
Lo repito, respiro y de a poco me retiro.
Hay algunas pocas horas,
por estos meses,
donde escribo la misma estrofa.
Y de a poco tu apellido pierde color.

Poema a la manera de Marwan


Por aquel entonces no sabría como explicarlo,
yo escapaba de mis veintinada,
cansado de las visas en otros cuerpos
y de tramitarme tantas veces solo para salir con mas ego por la salida de emergencia.
Dar con ella fue hacer un bollo de papel a mi pasado
y embocar al cesto de basura a 50 metros,
una felicidad que de querer repetirla resultaría imposible.
Por un tiempo fui quien entraba por cualquier puerta sin tocar antes, 
un apuro por sentir que nos llevo a ser dos personas a destiempo.
Por lo demás todo iba bien,
contar sus lunares era la mejor forma de pasar las horas
y encontrar uno nuevo era excusa para cerrar las cortinas de su cuarto.
El clima era perfecto mientras ella caminaba envuelta y las nubes la perseguían,
me besaba y la ducha se despedía de sus pensamientos.
Entonces desayunábamos y de nuevo llovía en sus manos porque cubrían la taza,
 enredaba con vapor sus dedos y entre tanta humedad, tanta niebla, empecé a perderme.
¿Como explicar ahora que mis poemas son precintos tratando de sostener el puente entre nosotros?
Que siempre llueve bajo techo y los libros son baldosas flojas que salpican sus arañazos cuando los leo.
Que regresa Enero y no sobrevive nada.
Decidí entonces enfrentarme a mis veintimuchos,
echar llave a todas las puertas y enterrar los paraguas.
Así me encontré de golpe con los sueños descolocados,
donde todo se interpone a su vientre y difícilmente algo lograría la entrada.
Fui del rencor al despecho estrellando mis ojeras contra la mañana
para comprobar, luego de la resaca, que todo aquel desvelo era suficiente para considerarme un damnificado.
Estuve demasiado tiempo empujando mi vida con el freno de mano puesto,
demasiado tiempo disparando a su calle con la pólvora mojada.
Al final, ni uno ni lo otro me dio resultado.
Debería pedir una tregua a mis veintialgo
y tratar de despistar a los portazos que trae año nuevo.

Enero

No se por que lo hago, tampoco se que es lo que busco. Pero revuelvo tu pasado como si pudiera encontrarme, por cierto casi no lo logro, recuerdo que antes de mi tuviste un tiempo. Lo mejor de todo es descubrir esas cosas que contradicen (o aclaran) todo, las mismas que también forman parte de mi trayecto, entonces pienso que hace tiempo que venimos caminando en paralelo, solo faltaba mirar al costado. Vos no lo sabias, yo tampoco, llenabas tus días cruzando la plaza y, por observar el suelo, nos rozamos los codos y yo pasaba el tiempo sin pensarte un poco. Pero vos no mirabas, y yo tampoco, eras un perfume que no podía identificar, yo un poema que todavía nadie te había dedicado. Me pregunto si alguien escucho alguna vez, en ese momento, la misma frase en simultaneo por nuestras voces. No pudimos oírnos porque el destino es una radio que se tarda en sintonizar, y mientras tanto nos llena con ruido de fondo. No se por que lo hice, ni recuerdo que buscaba. Pero mire de reojo y me obligaste a observar a tu costado, encontré tu rostro con su aurora febril, tallaste tus ojos en mis ganas de querer a quemarropa . Desde ahí, lo mejor de todo fue descubrir esas cosas que confirman lo que venia sospechando. Hacía tiempo que caminamos juntos, solo faltaba conocernos y seguir de la mano.

Diciembre

No es complicado, no fue algo imposible ni es de esas cosas que uno pone en la lista de arrepentimientos. Así como un domingo que empieza el viernes por la noche, conocerte fue algo inesperado. Comencé por tu nombre y de a poco fui agregando tu risa, me quede en ella hasta sentirme seguro. Entonces fui por su procedencia y me presente a tu boca de la única manera correcta: sin avisarte, robándote un permiso que quizás de otra manera no llegaría a tenerlo. Pero aceptaste y pusimos botones en nuestros ojos para vernos con el alma, los mismos que arrancamos de nuestras camisas para despegarnos del suelo. De ahí en mas tuve que conocerme, no sabia cuanto me gusta el dolor de espalda en la mañana por dormir abrazados, no me había dado cuenta que llenarse de felicidad se ve como tu almohada, y que el único desayuno recomendable es cuando estas a mi lado. No es complicado, no fue algo imposible ni es de esas cosas que uno pone en la lista de arrepentimientos. Inventaste la manera de hacerme entender que nuestra causalidad no es ningun error de cálculos. Alcanzó contar hasta 20 con nuestras manos para darme cuenta que me estaba enamorando.

Noviembre

Pensaba en Junio, un yo bastante nervioso que caminaba a verte. No hable durante todo el camino, no cante nada. Suficiente prisa llevaban mis pasos, una cuadra menos y un gesto mas que apuraba al semáforo. Te imagine sonriendo y las calles parecían mas grandes, no terminaba de llegar, pero tampoco empezaba a estar enteramente listo. Pienso en esa noche de Junio, un yo bastante nervioso que tocaba un timbre por primera vez, y vos, tan alegre, atendías la puerta, me dejabas sin aire (y no por primera vez).Ahora, que es Noviembre, respiro de mas y voy a verte, todavía no puedo evitar quedarme sin aire cuando celebras nuestro encuentro. Desconozco la manera de cerrar mis pulmones, en especial cuando abro mis brazos para sujetarme a tu cuerpo, para no desmayarme, para aprender a respirar de nuevo.

Octubre

Estoy sentado frente a mi escritorio mientras espero que el té de vainilla se enfríe, y pienso que esto se parece bastante a la felicidad. Dejo invadir mi rostro con el vapor de la taza, inunda mi cabeza la imagen de tu cuerpo caminando a través ese pasillo donde te vi por primera vez, y elijo zambullirme de lleno en todas las horas que pasamos dibujando espirales con el roce de nuestras narices. Un día te bese y pude entender la frase: "El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos", la ciudad estalla en gritos por la noche, y nosotros decidimos enredar nuestras manos para salvar lo más importante de todo, el corazón. Regalo una sonrisa a la pantalla de la notebook mientras doy un primer sorbo a la taza, pienso que esto se parece bastante a la felicidad, lo sé porque invade mi paladar cada vez que revuelvo una cuchara y estas sentada al lado mío.

Sincericidio del trabajo a casa.

Se trata de convertir el cuerpo en un instrumento de percusión,
Así me aseguro de estar listo.
Billetera de un lado, llaves del otro, y el morral cruzando mi pecho.
Un dolor de cuello que solo me recuerda que Benedetti es más pesado desde que ya no te veo.
Pase por la esquina donde solías mirar vidrieras y volví a pensar en vos.
Me acordé que ese tipo de cosas uno las evade hasta estar preparado para burlarlas.
Levanté la vista del suelo y me dije esa frase que siempre quise escribir pero nunca encontré la manera
"pierdo una vida por cada mirada fija que no sostengo con una extraña"
así que sonreí a todas las mujeres que fui cruzando, pero claro, solo me convertí en el asesino serial de mi rostro.
Es que el precio de tener esta cara es el otoño que acaba y yo sin interesar a nadie.
Se me ocurre todo esto mientras trato de ser honesto,
no sé, creo que el frío vino rápido este año y que le miento a la vida en cada noche que trato de enamorarme.
Que el desamor es eso que da ojeras y quiebra mis dedos cuando intento quitar nuestras entradas al cine de mi billetera.
Y supongo que algún día voy a estar preparado para contrarrestar todo eso.
Se trata de convertir el cuerpo en un instrumento de percusión,
así me aseguro de estar listo.
Hoy, por ejemplo, deje la tarjeta para el micro en casa.
Sonrío de nuevo,
 supongo que voy a volver caminando y voy a bordear tu cuadra,
son los últimos días antes del invierno,
y todavía no estoy del todo listo para perder esta vida que estuvo con tu cuerpo.

Ocurrencias caninas.

Me asome por la ventana y los vi,
caminaban como si no fuera algo difícil y cualquiera pudiera hacerlo.
Por mi parte, en ese momento yo no quería,
era una linda postal, esa vereda con el ruido de sus pasos.
Por un momento imagine ese perfume sobre el lugar donde vivo,
la alegría de volver de noche y no encontrar vació entre los muebles.
Seguían alejándose, escapando de lo permisivo de esta ventana,
solo por eso dí media sonrisa, y el resto de mi rostro se quedo quieto.
Quieto porque está con alguien.
Quieto porque estoy solo.
Quieto porque el contrato no me permite tener un perro en casa,
pero nada impide que te vea pasar durante la mañana.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

H2nO

Una frontera de tres cartilaginosos centímetros los separa.
Son marrones o negros, son un poco desprecio.
Son mis ojos insultantes por el espejo.
Es alergia, una basura, el camión recolector.
No importa la excusa, una gota se forma en el lagrimal izquierdo y su apuro por nacer me lleva a pestañar más rápido.
Aplasto el ojo, la seco, me seco y la mano asesina se mueve después de su trabajo,
la saco, me saco, termina esparcida por el bolsillo derecho.
Mirada perdida por pensar en lo perdido,
                                                            no lloro, no hay duelo.
Nunca me preocupe lo suficiente por la vida de una lágrima.
Nace, la mato, es fácil: me deshidrato por dentro.

Informe de autopsia (1-Julio-2014)

A estos cuerpos habría que educarlos,
explicarles que entre una costilla y la otra se encuentra la nostalgia,
que entre tanto pares de huesos alguno es el que duele y otro está haciendo palanca para no cerrar el pecho tan rápido.
Que al final de cuentas hay dos cosas que nadie aprende a superar:
La propia muerte y la perdida del amor, aunque muchas veces lo segundo parece un ensayo de lo primero.
Supongamos que el resto es fácil,
así como agarrar un lápiz y escribir en cada uno de los organos
"mañana voy a estar mejor"
 Pero mañana se hace hoy y hoy no es mañana.  
A este mi brazo habría que condicionarlo,
que pueda escuchar tu nombre como campana y que se quede quieto,
porque todo esto de abrazar el aire por culpa de tus tres silabas está causando una Artritis emocional.
Y a mi cabeza tendría que ignorarla,
porque de tanto escribir sobre lo nuestro voy a terminar completando un informe de autopsia
detallando todos los síntomas incurables que taparon las arterias cuando tu corazón sangraba con el mio.

Al no borde de la cama (30-Junio-2014)


¿Que pensas?
Y me río.
¿Que pensas?
Y te reís.
Te digo que en nada mientras hago tu almohada mi brazo, porque hace frío y no colgué las cortinas.
Me decís que en todo mientras haces cumbre en mi pecho, porque es tarde y todavía no dije "te quiero".
Habría que dejar la cama desierta y explicar las diferencias entre amor y sexo sin sufrir tantos escopetazos.
Vos, sin embargo, te vas secando la piel esperando que yo baje la guardia para espantarme con un "te extraño".
Yo hago embargo de tu cuerpo y me siento cada vez mas lejos cuando exijis que sea lento y sin vernos.
Te propongo, entonces, curarnos de todo y ocuparnos de una vez por todas en estirar bien la sabana.
Me propones, en cambio, morirnos de puro ruido para dejar dos cuerpos desgarrados hasta las cuatro de la tarde.
Pensas que estos besos cotizan una historia de a poco.
Pienso que en la mañana no vamos a tener motivos de risa.

De la persona en particular (24-Junio-2014)


Me desperté con ella y sin ella, 
pensando que ella no es ella por más que haga con ella lo que hacía con ella.
Ella preguntó en que estaba pensando y le dije que nada,
no es justo decir que estaba pensando en ella pero no en vos.
Que cada una es una distinta y yo soy yo, está claro. 
El problema es el momento.
A veces ella se ofrece a ayudarme con los platos,
y a veces le digo que no, que lo hago solo, esperando estar solo para pensar en ella, que no es la que me mira desde la mesa.
Entonces te miro y trato de adivinar
si para vos soy yo, soy el, o él es un el distinto y yo soy un triste otro que lava los platos.
Entonces es así, que vos estas sola mientras me abrazas por la espalda
y que yo estoy solo mientras seco las manos antes de apoyar mi nuca sobre tu hombro.

Sincericidio del trabajo a casa (20-Mayo-2014)

"Debo decirte algo antes
de que te bajes de este sucio vagón y quede muerto,
 mirarte a los ojos, y tal vez recordarte, 
que antes de rendirnos fuimos eternos."
                         Ismael Serrano - Recuerdo. 


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Se trata de convertir el cuerpo en un instrumento de percusión,
así me aseguro de estar listo.
Billetera de un lado, llaves del otro, y el morral cruzando mi pecho.
Un dolor de cuello que solo me recuerda que Benedetti es mas pesado desde que ya no te veo.
Pase por la esquina donde solías mirar vidrieras y volví a pensar en vos. 
Me acordé que ese tipo de cosas uno las evade hasta estar preparado para burlarlas.
Levanté la vista del suelo y me dije esa frase que siempre quise escribir pero nunca encontré la manera
"pierdo una vida por cada mirada fija que no sostengo con una extraña"
así que sonreí a todas las mujeres que fui cruzando, pero claro, solo me convertí en el asesino serial de mi rostro.
Es que el precio de tener esta cara es el otoño que acaba y yo sin interesar a nadie.
Se me ocurre todo esto mientras trato de ser honesto,
no sé, creo que el frío vino rápido este año y que le miento a la vida en cada noche que trato de enamorarme.
Que el desamor es eso que da ojeras y quiebra mis dedos cuando intento quitar nuestras entradas al cine de mi billetera.
Y supongo que algun día voy a estar preparado para contrarrestar todo eso.
Se trata de convertir el cuerpo en un instrumento de percusión,
así me aseguro de estar listo.
Hoy, por ejemplo, deje la tarjeta para el micro en casa.
Sonrío de nuevo,
 supongo que voy a volver caminando y voy a bordear tu cuadra,
son los últimos días antes del invierno,
y todavía no estoy del todo listo para perder esta vida que estuvo con tu cuerpo. 

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Salida de emergencia contaminante (12-Mayo-2014)

Tengo varios meses dando vuelta entre las manos,
no es exactamente la historia más sencilla:
un "no me esperes" que estallaba por las veredas
y yo que nunca te dije "Gracias por (no) venir".
Yo escribo en la ciudad mientras empaño tu nombre en los espejos,
no tengo claro cuando una puerta se cierra y cuando un vidrio se rompe,
mis dedos quieren deletrearte por distintas direcciones,
apretar los labios es otra forma de susurrar.
Estoy pensando en vos, en discusiones imposibles,
tratar de decir "amor" sin las vocales de "arrepentirse"
sabiendo que vos y yo no tenemos las consonantes suficientes.
Estoy pensando en mí, sintiéndome descartable,
catalogando nuestro milagro como tiempo como no reciclable.
Estoy tentado a escribir sobre cómo te vi esquivarme.
tratabas de bordear el tiempo,
queriendo salir del pasado para llegar al futuro sin pasar por el presente.
No se puede evitar el presente,
no se puede esquivar a nadie,
no se puede apurar los pasos para saltearse el invierno.
Tengo fuera de mí vestiduras irrompibles,
220 días que no dejan reprimirse,
un Yo que te extraña, otro que te olvida
y el último que no termina por decidirse.
Sabemos que el desamor se lleva hasta a los más fuertes,
"Nadie muere por amor" pero salir victorioso no es forma de vida.

Vos, yo, Nosotros. (20-Abril-2014)

Vos
sos el silencio necesario para escuchar todos los colchones que se hunden bajo dos cuerpos.
Un corazón dando vueltas en un frasco con formol, ahí, quieto y sin desintegrarse, algo para ver y fingir conocimiento de las cosas que no se entienden a simple vista.
La garantía de que a nadie le importa dormirse sin girar mi almohada 4 veces. Una, para distraerme, la segunda vuelta para asegurarme, en la tercera dudo de mi memoria y la última para que ella (mi memoria) se ofenda y demuestre todo lo que puede recordar, todo lo que vos, seguro, ya te olvidaste.
Un doctorado en nostalgia, saber que disparar indirectas no es nada fácil, hay que saber poner el propio cuerpo para desviar las palabras, siempre con el riesgo de que se atoren en nuestra garganta (siempre con la certeza de que se astille en los lagrimales).
Si fuimos todo,
una calle con dos carriles para el afecto que de a poco fue cerrando una de sus vías por una reparación que nunca se llevó a cabo.
Si nos volvimos invencibles agarrados de la mano mientras nos decapitamos a besos.
Si saltamos del precipicio haciendo el amor en la caída, si nos enredamos en las cuerdas de nuestros paracaídas.
Si te escribí todos los poemas posibles en tu espalda
¿Cómo no darnos cuenta de que un libro solo puede quemarse por completo una vez?
Nosotros,
nosotros ya no somos,
Vos,
      Yo,
Poesía
no somos.

Poema para preparar un final (21-Marzo-2014)

Hoy quise escribir de algunas cosas.
Quise hablar sobre que ya van tres meses y contando de no verte,
que van dos meses y contando de no hablarnos,
que va un mes que ya no cuento con que vuelvas a escribirme.
También termine con Enero,
con Febrero y sus ganas de no escribir,
Marzo y mi apuro por matar al verano.
Que a veces te entiendo a la perfección,
otras ya no lo hago, y sumo mi cabeza a las cosas desentendidas.
Que no entiendo tus ganas de perder, pero si las mías.
Que algo gane en nuestro tiempo, que crecí mientras te desvestía.
Y ya son varios días, noches o del momento que sea cuando decidiste que ya tenías demasiado y te cansaste de mí.
Que ya son varias madrugadas tratando de enterrarte para darme cuenta que también estoy cansado.
Estoy cansado de disparar escopetazos contra tu recuerdo,
de agobiarme buscando explicación a una ciudad que tiene núcleo en la nostalgia,
de caminar dando volantazos para evitar la memoria.
Me agota tratar de no extrañarte,
entonces hoy lo hago, te escribo sobre cuánto me costó darme cuenta
que de vos no tengo escape,
que solo puedo pintar la piel que recuerdo y esperar, sonriendo o no,
que el tiempo haga con tu imagen lo mismo que hizo con la mía.

Propiedades a tener en cuenta (19-Enero-2014)

Alegría de darme cuenta, quizás algo de desilusión, de aburrimiento, de pena, pero no de tristeza.
 Leer lo que escribí antes de conocerte, cuando estaba en el aire, en caída libre, y sentir que es perfectamente aplicable a esto de volver a llevarme el piso puesto, un poco cortarme con el pasto y otro poco disfrutar de la tierra mojada.
 Tenes razón, no se trata de saltar y lamentar no tener(te) paracaídas.
 Esto es bastante parecido a tener fiebre, días de cama, quizás algún delirio, suspiros de no estar bien y suspiros de creer que tratar de repararnos es sano (¿ya mencione los delirios?).
Tiene algo de aburrido todo esto, si, pero hay que aliviarse de que sea así.
Fue algo único, un carácter irrepetible que cubría los rincones entre tu cuello y mi boca, inventarnos un idioma para que yo escuche "Te quiero" cuando vos solo pedías que programe el despertador media hora mas tarde de lo acostumbrado. Estoy hablando de esa lluvia que servia de excusa para pasar otra noche juntos, de la película que tardamos una semana en terminar porque se llenaba de tiempos intermedios patrocinados por nuestros cuerpos, de mi bufanda en tu cuello y mi frió desapareciendo con la presencia de tus besos. Todo eso hizo que fuera único, el amor que mantuvo el equilibrio por un buen tiempo. No hay nada remotamente parecido a todo eso, ni pretendo encontrarlo.
 Ahora hay algo mas, algo con pena, algo que no es triste pero aburre. Esto de no hablarte y que no me hables, de pensarte y que me pienses, de empezar un simulacro de no existencia mutua, de terminar nombrándonos todo el día. Esto ya lo hice con otras espaldas y vos con otros brazos. Sabemos en que termina, caminar sobre la cuerda otra vez, haciendo equilibrio, con otro paracaídas. Si, puede ser que en medio de eso vuelva a prestarte mi bufanda o decida regalártela, pero el final es el mismo.
Un desamor completamente repetitivo, al igual que todos.
Nada que la fiebre no pueda igualar.

Mi paso por tu cuerpo (17-Enero-2014)

Ya lo sé, no es difícil de entender.
El amor puede ser la antesala a la nostalgia,
ese lugar donde se atiende a quien presenta ciertos síntomas:
Vértigo, falta de orientación y, sobre todo, falta de todo.
Esa molestia se produce cuando queremos comer a besos a alguien,
pero no podemos,
entonces la angustia comienza a devorar nuestro interior,
nos deja un vacío, arrasa con todo, crece y por eso no puede escapar,
                              se atasca en nuestra garganta.
Esa molestia surge cuando alguien quiere restarle 1 a 2,
y es uno quien siente que le están restando 2, quedas bajo cero, congelándote,
sufriendo ese balde de agua fría inesperado.
Acá espero, con un pie adentro y otro afuera de esta antesala,
tratando de soltar esta puerta para seguir de largo.
Ya lo sé, no es difícil de entender,
pero son mis dedos, necios, que desconfían del tiempo y no quieren conocer otros dedos.
Son ellos quienes no sueltan esta puerta.

El tiempo de un beso a esta parte- (14-Enero-2014)


Que difícil es acordarse de una palabra.
Conocemos tantas, algunas por como suenan, otras por lo que significan y, finalmente, todas las que inventamos.
¿Acaso es un panteón de acero la memoria de palabras exactas?
Es tan difícil entrar y agarrar las letras que necesitamos, como si se arrancara una hoja del pasto o un "te quiero" en una despedida.
¿Existe una monarquía literal donde alguna esdrújula reina sobre el resto? ¿Sera por eso que si queremos sostener cierta palabra tenemos que pasar por un sinfín de tantas otras?
 Por si fuera poco, es mas difícil decirte lo que quiero cuando el miedo me llena de olvido y termino por decirte todo lo contrario.

 - Que tengas buen viaje.

Y solo quería decirte "No te vayas, soy alérgico a tu ausencia y mi corazón exige una huida juntos".
Pero la mente nunca funciona bien cuando el amor se aleja.

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Para ser honesto, no se que esperar del momento en que te lea esto.
Supongo que voy a estar mirándote fijamente en una cafetería,
o aislando mis sentidos a la mano que se abraza con la tuya.
No se si hara frio o el sol fulminara las veredas,
si acaso llueve o nieva un metro de memoria.
Pero ahora me encuentro que te estoy escribiendo,
que los dedos me palpitan cuando te invento cerca,
y me resulta imposible imitar el temblor que surge en mis piernas cada vez que me alejo de vos.
Pero mañana voy a seguir perdiendo el equilibrio,
enamorado con el cariño de un viernes por la mañana,
vas a echar una sonrisa encima de mi hombro cuando te salude,
y yo voy a invitarte a desayunar en alguna cafetería,
sin importar el clima ni mis terremotos internos,
vas a robar tu nombre de mis labios en algúna plaza
aunque nadie lo escuche por el trafico prepotente,
voy a nombrarte para quitar las espinas de mi garganta,
voy a nombrarte porque así se me ocurre enamorarme,
con tu nombre seguido de todo lo que siento.

En caso de emergencía. (12-Diciembre-2013)


Si despierto y no estas a mi lado, voy a entenderlo.
Me van a pesar los parpados y voy a recordarte mirando al suelo, seguro que en casa todo va a parecerse un poco mas a vos, menos a mi, y tristemente igual a nada.
Si despierto y no estas a mi lado, voy a entenderte.
Claro que voy a sufrir separando mis costillas para dar lugar a que crezca ese nuevo agujero negro, pero te conozco, no vas a irte sin dejar alguna palabra que me sirva de pegamento.
Si un día despertas en silencio para irte de mi lado, te pido un favor: no te vayas lenta ni dejando un rastro, dejáme pensar que nunca estuviste a mi lado, no con mis ojos abiertos, o al menos tratar de correr y alcanzarte, lo que sea por un rato.

Hoy desperté y efectivamente no estabas a mi lado.
Sentí el lado izquierdo de mi cuerpo sin tu hemisferio derecho pegado, un frío matutino al que me había desacostumbrado, me asuste y vacié mi pecho llamándote. Apareciste abriendo la puerta, con el cabello húmedo y una toalla en la mano. Con un solo beso impediste que mi tórax continuara expandiéndose.
Entonces decidí escribir esto, por las dudas, si un día despierto y no estas a mi lado, voy a usar ese beso para inventarte un ratito mas con el cabello mojado.

Las cosas que tuve que escribir (19-Noviembre-2013)


Si existe algo que nos taladre la cabeza, es pensar "Si en aquel momento..."
No es noticia nueva que todos, alguna vez, nos hicimos los tontos y dejamos la mirada perdida por ahí, como si no nos diéramos cuenta, pensamos, ¿Por que no lo hice?.
Y el caso es que la memoria no conoce de descansos, ni tampoco de treguas. No entiende de banderas blancas, y es experta en abrir trincheras abandonadas.

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Las grandes historias siempre se escriben con tinta pesada.
Podemos dar vuelta a la hoja,
pero hay marcas que van a seguir visibles desde el otro lado.

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Uno piensa en todo cuando viaja en tren, o eso se supone.
Por mi parte no se me ocurren muchas cosas, mañana porteña distinta a todas.
La letra me tiembla al escribir, no se si por las sacudidas de los rieles, o porque te estoy extrañando.
Que me arrepiento de no escribir anoche, es seguro. La inspiración pocas veces viene, y ayer se durmió conmigo.
Buenos Aires, te recorro cansado y este primer viaje le gana la carrera al sol.
Espero parar por Avellaneda, escuche que tiene una Luna y pretendo robarla.
No sé, me cuesta escribir con este ruido constante, y las palabras que necesito difícilmente están en este vagón.

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Quiero eso,
volver a la hora exacta donde solo me preocupaba que no hierva el agua.
Preparar un café para tramitar la comida, nunca para acompañar la autopsia de mi cabeza.
Quiero que dar vueltas en la cama vuelva a ser buscando el lado frio de la almohada,
no respuestas a preguntas que invento sabiendo que no tienen ninguna.
Quiero que la vida vuelva a tener únicamente los tramites que se terminan pagando con dinero, no con nostalgia.

Lo intermitente de nosotrs (1-Octubre-2013)


Para escribir tengo dos variables:
tu cuerpo
              y su ausencia.
Para tu cuerpo ofrezco todo,
mis cuervos y el graznido de mis delirios,
el esquema de los besos
y nuestra secuencia irrepetible.
Para tu ausencia
la silla pierde el respaldo,
la gravedad me ataca de costado,
siempre es 15 de febrero
y el mundo se acelera progresivamente,
soy inesperadamente lento para alcanzarte.
(Te quiero demasiado para dejar de abrazarte).

Iris colectivo (17-Septiembre-2013)


Se supone que tenemos dos maneras de vivir, ver todo como una superposición de colores que se ausenta a la vez, o mirar las cosas con un color particular cada una de ellas.
 A mi, por lo general, estos puntos de vista me resultan aburridos, ver todo en blanco y negro me cansa y termino por ser un gris constante que solo se despierta para contar el tiempo que falta para acostarme de nuevo. Pero ver las cosas policromaticamente alcanza para agobiarme del mundo, pierdo la nitidez del paisaje y de repente todo es un lavarropas donde todo se tiñe de todo, y difícilmente algo se define como si nada.
 Para ser honesto, me harta bastante saber que nos acostumbramos a creer que solo existe esta visión binaria, donde Blanco y Negro vale Cero, o todos los colores deben ser Uno. Por si no se dieron cuenta, podemos unificar todo eso. Por si no se dieron cuenta, si dibujas un Uno y lo guardas dentro de un Cero, vas a obtener un ojo, y ese es el modo correcto de ver las cosas.
A veces alcanza con cerrar los parpados durante un instante para darse cuenta que no sirve de nada parpadear tanto si no entendés que después de tanto tiempo las pestañas de abajo siguen enamorando a las pestañas de arriba, que juntarlas genera un carnaval de estrellas en nuestra cabeza.
A veces solo depende de uno mismo que las cosas cambien, consiste en dejar que el frió empañe un poco nuestra ventana para poder dibujar un sol en ella, requiere de mirar al mundo en diferentes tonos de grises y empezar a otorgar a cada cosa un color, nunca al revés.

Autopsia de veintitantos (31-Agosto-2013)


Para empezar a explicarme:
Bien puedo decir que soy la clase de persona que nunca despierta en un hotel,
no conozco los limites del olvido, y difícilmente escribo Nostalgia sin amor como acento.
Me duele el mundo y sano mis heridas tratando de salvar mi cuerpo en cada poema.
Cambie mis ojos por un par de talle adulto, y mi ventana nunca mas dio paisaje de París.
Al chico que asesine entre patios y jugueterias,
posiblemente lo encuentre en la tapa de mi primer libro
y no tendría miedo de indicarle "mirame, así estas mejor".

Me fui olvidando de despertarme por pesadillas,
uno entiende que el miedo existe, pero no vive abajo de nuestra cama.
Me fui olvidando de quien era, tampoco reconozco quien soy,
entonces trato de explicarme:
"Sos la clase de persona que nunca despierta en un hotel,
pocas veces llegas tarde a un lado, y casi nunca sabes retirarte a tiempo".
Podría comenzar de otra manera,
pero difícilmente podría mirarme y decir
"Así estoy mejor". 

Cerca de la estufa, tu cama. (22-Agosto-2013)

Es por esa Luna que ofrece tu ventana,
por el pasto del vecino, los catorce balcones del frente
porque me estas sonriendo desde la cama
por esas cosas te invento un poema sobre la estufa.

Porque Oliveira esta buscando a la Maga en mi morral,
porque tu espalda marca lineas donde puedo escribir,
porque estoy desarmado cuando me quitas las palabras,
porque cambio mis costumbres por tus detalles.
Por esas cosas te dejo mi perfume y llevo alguno de tus cabellos escondidos en mi ropa.

En la ciudad las nubes no se dejan de mover,
no se deja ver la calma de la hora,
no descansa la luz de calle,
y yo me acuesto aterrado de estar durmiendo,
de despertar y que tu rostro sobre mi hombro desaparezca como el vapor de nuestro aliento,
que sea un sueño este poema y besarte un delirio.

El costo de ciertas palabras (11-Agosto-2013)

Puede que sea la duda de no saber si quiero aferrarme a un solo cuerpo,
como puede que sean mis palabras
exigiendo problemas y delirio.
El caso es que,
tratando de resolver la incógnita de despertarme en un abrazo detrás de la misma espalda siempre,
supe que no volvería a tomar café ni sentir la emoción de la primera vez,
que no iba a ganar la guerra en otro cuerpo,
que tengo que aprender a vivir con la incertidumbre
de no saber si estaría mejor fumando las mentiras de otros labios.

Así,
uno ejecuta el derecho de admisión en la lujuria,
y ya nada tiene sentido.
No sé,
las palabras siguen exigiendo problemas y delirios,
dolor para escribirse.

Y así muere un poeta.

Nosotros, yo. 4.

De momento, dejo de ser una guerra por el cuerpo,
se convirtió en una huida del mismo.
Alguien, no se quien,
no se ni siquiera si fui yo,
trato de escapar.
No puedo hablar mucho del tema,
en realidad no sé nada del tema.
Alguien, y no se quien,
no se ni siquiera si fui yo,
borro el momento de mi memoria.
Solo construyo el segundo con el relato de quien fue testigo:
"Te despertaste golpeando las paredes,
parece que buscabas una salida"

Me decido a dormir con la puerta abierta,
pero el cuerpo encadenado.
Cuando me levante prófugo,
con una vía de escape inalcanzable,
¿Quién de nosotros tres va a tomar el control?
¿Quién de nosotros va a perderlo?

Palabras de horas extras (28-Mayo-2013)

Trabajar,
básicamente es dejar el mundo al otro lado de la ventana,
enfocarse en el escritorio, los papeles
y esas letras negras, ralas, aburridas en si.
Pero sucede, a veces
que la abrochadora tiene hambre
y no puedo dejarla famélica frente a las hojas.
Otras veces sucede
que por la ventana veo como los pájaros juegan,
dibujan números en el aire
mientras yo dibujo números en mi cabeza
para no perder cuando llegue el fin de mes.

Escapar,
no se le hace eso a una oficina.
No cuando el piso es de lava
y la silla no tiene ruedas.

Mañana, entre un té y un café (29-Junio-2013)

Estoy probando y comprobando
si fue el destino quien me hizo ver mariposas en la Luna.
Un par de caprichos por tener tu pestañas aleteando en mis mejillas.

Estoy probando y comprobando
que me callas para que hable,
que pedís silencio para decir que vas a extrañarme.
Y yo endeudado con los besos que prometo darte,
desde el primer beso hasta los que no deberías recibir.

Pienso,
(y seguro lo sabes)
que el miedo a la clepsidra puede ahogarnos si no te abrazo.
Que la Luna de Neptuno queda muy, muy lejos,
pero que tengo una nave escondida
revoloteando entre tu menton y el mio.

Comunicación a medias (25-Junio-2013)

Tantas cosas pasan cuando te miro:
un señor entra al café y abre un diario;
una portada fúnebre y el horóscopo que dice
"Hoy la luna esta mas cerca de nosotros,
se recomienda que la mires con ella,
posible retorno en el tiempo".
Pero yo te miro,
y muchas cosas siguen pasando cuando lo hago.
Por mencionar algunas, tu mirada que no soporta a la mía,
un no querer saber de nosotros,
y entender que del silencio no se habla,
se susurra.
Bien, podíamos hacer dos cosas:
Quedarnos a vivir en ese café,
acampar entre los servilleteros y las dudas
tratando de editar la poesía completa de tu cuerpo esquivando al mio;
o pagar la cuenta, caminar hacia la calle
y dejar que nos atropelle de lleno en la esquina
la certeza de que el horóscopo no es para nosotros.
No lo sé,
en ese momento no sonaba tan mal
tener los huesos y la voz partiéndose en mil pedazos.
(Nos chocamos de frente con la noticia de que ya no podemos querernos).

Ahora, desacorte (14-Junio-2013)

Chau.
Fue mirar como dabas un hachazo a tu imagen,
partías en dos al rostro que me presentaste
y sentía que mis pulmones se ahogaban de no conocerte.
¿Que hago con tus detalles?
Tu fobia al tiempo,
los miércoles de medico,
tus parpados perfectos
y la manía de besarte entre miradas.
No quiero verte y que nos pregunten como tu mano escapa de la mía,
que me confundas y me desviva en tu mejilla.
"No pasa nada"
Mentimos y nos espanta vivir sin olvidarnos,
juro evitarte y me atraganto con una taza de tus costumbres.

Chau,
no es un momento para quedarse paralizados.
El tren, la cúpula donde te espere y el mundo
se están prendiendo fuego mientras nos despedimos.
¿Y ahora qué?
¿Y ahora como?
Y ahora me quedo con tus detalles,
el paralelo que no vamos a ser,
los reojos para contar los hemisferios de nuestra historia,
los labios llenos de rocio a cuales voy a mentir
para apagar a besos el Vesubio de nuestra despedida.
¿Y ahora qué?
Y ahora,
            chau.