Facundo Martínez

Facundo Martínez

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Proyecto de pelicula. (23-Noviembre-2012)

Me enseño sus piernas, vestidas de plomo, y en sus zapatos las suelas se teñian con los restos de plumas. Sus manos, tan asperas como el tacto de la desesperacion, temblaron por el miedo y la impotencia. Sus dedos dejaban en cualquier lado restos del fondo del mar, sus pestañas y las plegarias que nunca llegaron a destino. "Destino" me dijo con la voz sabor a restos y tubos de telefono, "solo es amable cuando se trata de un guion".
El viento arrastraba augurios desafortunados, dejando su rostro libre de cabellos pero no de arrugas. Su peinado consistia en atar el recuerdo de las noches en que su almohada no debia trabajar doble turno como pañuelo. Se aferraba a esos recuerdos con el desasosiego de quien sintio el mundo partirse en dos, mientras que las comisuras de sus labios no volvian a partirse en una sonrisa.
Espera un micro y bajo sus ruedas piensa acaban con sus dolencias, desde los asientos van a ver las lagrimas, las canas con el color de lo inesperado, el murmullo de los que duermen.


Comentarios - Anexos

Todos tuvimos, o tendremos, esos momentos en que sentimos que nuestra vida, el trabajo de una decada, los estudios de un año.. todo fue en vano. Lo increible es que siempre sucede de golpe, una noche nos acostamos abrazando a la almohada y la seguridad que arrastra la rutina, y a la mañana nos despertamos cuando la luz del sol y los problemas golpean nuestra ventana. Sin ir mas lejos, en diciembre del 2001, en nuestra Argentina, sufrimos una crisis mas conocida como "corralito" ... Miles de familias perdieron todo lo que tenian, e incluso mas. Este año, 2012, el miercoles 22 de febrero, un pais entero sufrio la perdida de 51 personas. Lo que quiero decir es que a veces perder todo no significa perder nuestros ahorros, nuestro trabajo o nuestras casas. A veces perdemos algo mas importante e irrecuperable como la vida de un ser querido, ya sea familiar o amigo.
Culpamos al destino, el karma, Dios, o como quieran llamarlo. Sentimos que nuestra vida es un guion de una pelicula de terror y no importa que hagamos, siempre termina mal. Es entonces cuando tenemos que leer mejor las escenas que interpretamos y darnos cuenta que, por mas que el guion este escrito, que son los mejores actores quienes consiguen que el director cambie de idea.

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