Facundo Martínez

Facundo Martínez

jueves, 17 de septiembre de 2015

Sobre huesos y otras famelias.

Hoy no quiso moverse,
con suerte me miraba de reojo
y ni siquiera movia la cabeza.
No importaba si la canilla goteaba,
que un gato haga piruetas en el techo,
ni que alguien devolviera a Pluton su titulo de planeta.
Ella se quedó quieta,
respirando fuerte como atajando su enojo,
insistentemente se quedo todavia mas inerte.
Todo tan de repente,
inesperado, incluso mas dificil de entender.
Capaz que hice algo mal,
la ofendí al quedarme despierto hasta tarde.
¿Que será tan preocupante para que se enrosque así?,
un ovillo de cuatro patas en el suelo que hoy no mueve la cola cuando acaricio su cabeza y las orejas.
Se esconde y ladra despacio mientras la abrazo.

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