Facundo Martínez

Facundo Martínez

jueves, 17 de septiembre de 2015

Cementerio de elefantes.


Seguro que algún día suena el teléfono
Y van a decir que soy un irresponsable.
Mi defensa será, formada de a poco,
Que no pude perderme ni sé hablar con las cosas sobre ciertas cosas.
Hasta podríamos decir que soy un desubicado.
Y a todos los libros, con su orgullo cortante,
¿Qué perdón les puedo pedir si nadie los devuelve?
Se van a morir, si acaso mueren, con los paraguas cuando deja de llover
y los abandono en cualquier banco.
Supongo que en algún lugar hay huesos de elefantes protegidos del agua,
Con memoria infinita hablan de Marx y Benedetti.
Aunque a todo esto, ¿dónde caben tantas tumbas?
¿Quién y cómo entierra la paciencia, los lunares, el cariño?
Y la piel, mi piel, a donde voy a llorarla si se desgrana cada día,
Si estas pecas no llegan a cumplir años.
Si hasta el llanto se va a quién
sabe donde
Y yo sentado esperando una llamada.

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