A estos cuerpos habría que educarlos,
explicarles que entre una costilla y la otra se encuentra la nostalgia,
que entre tanto pares de huesos alguno es el que duele y otro está haciendo palanca para no cerrar el pecho tan rápido.
Que al final de cuentas hay dos cosas que nadie aprende a superar:
La propia muerte y la perdida del amor, aunque muchas veces lo segundo parece un ensayo de lo primero.
Supongamos que el resto es fácil,
así como agarrar un lápiz y escribir en cada uno de los organos
"mañana voy a estar mejor"
Pero mañana se hace hoy y hoy no es mañana.
A este mi brazo habría que condicionarlo,
que pueda escuchar tu nombre como campana y que se quede quieto,
porque todo esto de abrazar el aire por culpa de tus tres silabas está causando una Artritis emocional.
Y a mi cabeza tendría que ignorarla,
porque de tanto escribir sobre lo nuestro voy a terminar completando un informe de autopsia
detallando todos los síntomas incurables que taparon las arterias cuando tu corazón sangraba con el mio.
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