La noche es como ella la
describia, pero yo solo me invito a las letras, los libros y un mundo
donde ella no se enreda entre tantas oraciones. Imagino que mi perfume
ya no camina por su casa, en la mia solo se puede sentir la humedad que
araña las paredes, la tierra mojada, los dias que van muriendo. Le dije
que no podia dormir, que no podia soñar. Las cosas no cambiaron tanto,
sigo cargando las bolsas bajo mis ojos con las horas que gasto girando
la almohada.
(anexo)
Esta nota tiene la particularidad de ser una continuacion... Con algo de tardanza. Si, con algo de tardanza hoy respondi aquel poema que ella me escribio, en un Julio lleno de incertidumbres, peleas, disculpas y aun mas poemas. Por aquel entonces solia llenar su casa y los recovecos donde saldamos nuestras deudas, con mi perfume. No dormia ni soñaba, en vez de eso cumplia la costumbre de invitarme a su casa. Tomaba su mano y la besaba, me correspondia como quien recibe el año nuevo despues de meses de agonia, con la esperanza de que todo empiece otra vez y las promesas, recien pronunciadas, algun dia van a ser cumplidas. Y como siempre, pasa el tiempo, las promesas cambian o se abandonan, los meses y los dias van muriendo, y uno solo decide responder, con algo de tardanza, aquel poema que ella escribio.
(anexo)
Esta nota tiene la particularidad de ser una continuacion... Con algo de tardanza. Si, con algo de tardanza hoy respondi aquel poema que ella me escribio, en un Julio lleno de incertidumbres, peleas, disculpas y aun mas poemas. Por aquel entonces solia llenar su casa y los recovecos donde saldamos nuestras deudas, con mi perfume. No dormia ni soñaba, en vez de eso cumplia la costumbre de invitarme a su casa. Tomaba su mano y la besaba, me correspondia como quien recibe el año nuevo despues de meses de agonia, con la esperanza de que todo empiece otra vez y las promesas, recien pronunciadas, algun dia van a ser cumplidas. Y como siempre, pasa el tiempo, las promesas cambian o se abandonan, los meses y los dias van muriendo, y uno solo decide responder, con algo de tardanza, aquel poema que ella escribio.
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