Facundo Martínez

Facundo Martínez

jueves, 17 de septiembre de 2015

Diciembre

No es complicado, no fue algo imposible ni es de esas cosas que uno pone en la lista de arrepentimientos. Así como un domingo que empieza el viernes por la noche, conocerte fue algo inesperado. Comencé por tu nombre y de a poco fui agregando tu risa, me quede en ella hasta sentirme seguro. Entonces fui por su procedencia y me presente a tu boca de la única manera correcta: sin avisarte, robándote un permiso que quizás de otra manera no llegaría a tenerlo. Pero aceptaste y pusimos botones en nuestros ojos para vernos con el alma, los mismos que arrancamos de nuestras camisas para despegarnos del suelo. De ahí en mas tuve que conocerme, no sabia cuanto me gusta el dolor de espalda en la mañana por dormir abrazados, no me había dado cuenta que llenarse de felicidad se ve como tu almohada, y que el único desayuno recomendable es cuando estas a mi lado. No es complicado, no fue algo imposible ni es de esas cosas que uno pone en la lista de arrepentimientos. Inventaste la manera de hacerme entender que nuestra causalidad no es ningun error de cálculos. Alcanzó contar hasta 20 con nuestras manos para darme cuenta que me estaba enamorando.

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