Entre la primer gota y la
ultima, siempre cae en mi cabeza algun verso para dedicarte, a veces,
otras veces me empapo de rencor o culpa. En esos momentos veo como la
ciudad se tiñe de un tono mas oscuro, gris, como los papeles que guardo
en mi billetera de los dias en que te vi. El viento pasa rapido como las
horas que estuvimos juntos, y con el frio de las horas que pasamos sin
vernos. Todo cambia cuando empieza a llover, desde las letras de las
canciones hasta el sabor del cafe. Todo sigue tan igual cuando termina
de llover, el olor a tierra mojada, el telefono muerto, las hojas en el
piso, la gente tratando de esquivar los charcos, y yo, tratando de
esquivar todo lo que lleve tu nombre.
Anexo- Comentarios
A decir verdad, no tenia idea de que escribir cuando empece esto. Incluso pedi ideas, pero asi tampoco. Mirando a cualquier lado, buscando algo, escuche la lleve lluvia que empezo esta tarde, me acorde de lo que hacia cuando comenzo, lo que hice cuando se detuvo. Coincidencia que siempre pensaba en lo mismo. Dicen que los perros sienten picazon en la espalda cuando esta por llover. Yo, por mi parte, siento que paso demasiado tiempo desde la ultima vez que nos vimos bajo la lluvia, que no deberia ser por estaciones, no tendriamos que esperar otro mes. Cuando llueve, la ciudad queda casi muerta, pocos son los valientes que deciden enfrentar el frio y la nostalgia que supone recorrer un laberinto pintando de recuerdos. La mayoria decide socorrerse dentro de un taxi, escuchando al taxista, ya sea que hable o este callado. Yo, por mi parte, decido salir a pisar las hojas de los arboles, sin abrir el paraguas.
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A decir verdad, no tenia idea de que escribir cuando empece esto. Incluso pedi ideas, pero asi tampoco. Mirando a cualquier lado, buscando algo, escuche la lleve lluvia que empezo esta tarde, me acorde de lo que hacia cuando comenzo, lo que hice cuando se detuvo. Coincidencia que siempre pensaba en lo mismo. Dicen que los perros sienten picazon en la espalda cuando esta por llover. Yo, por mi parte, siento que paso demasiado tiempo desde la ultima vez que nos vimos bajo la lluvia, que no deberia ser por estaciones, no tendriamos que esperar otro mes. Cuando llueve, la ciudad queda casi muerta, pocos son los valientes que deciden enfrentar el frio y la nostalgia que supone recorrer un laberinto pintando de recuerdos. La mayoria decide socorrerse dentro de un taxi, escuchando al taxista, ya sea que hable o este callado. Yo, por mi parte, decido salir a pisar las hojas de los arboles, sin abrir el paraguas.
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